En un ecosistema donde los usuarios toman decisiones cada vez más complejas, el Search continúa consolidándose como uno de los canales de mayor intención de compra y mejor rendimiento en términos de retorno de inversión. A diferencia de otros medios, el SEO capta a los usuarios en momentos clave de su journey: cuando tienen una necesidad, cuando comparan soluciones, cuando están listos para convertir.
Sin embargo, el SEO de hoy va mucho más allá de lograr visibilidad en las primeras posiciones. Hoy el posicionamiento orgánico está directamente ligado a la experiencia, a la intención de búsqueda y a la performance del sitio en todo su recorrido. Esto implica comprender en profundidad cómo buscan los usuarios, cómo interactúan con los resultados, qué espera Google de los sitios que muestra primero, y cómo traducir esa interacción en conversiones efectivas.
En este contexto, los líderes de marketing necesitan revisar su estrategia de adquisición digital con una visión más conectada. Ya no alcanza con ejecutar tácticas aisladas; el Search debe integrarse con los objetivos de marca, con los canales pagos, con la experiencia de usuario y con los indicadores de negocio.
Hoy, el SEO impacta en la percepción de marca, en la calidad del tráfico, en la eficiencia presupuestaria y en la rentabilidad. Entender su rol dentro del embudo completo permite tomar mejores decisiones de inversión, priorizar contenido de valor, acelerar el time-to-market y escalar crecimiento sin depender únicamente del pago.
Además, en un entorno donde los datos de usuarios son cada vez más limitados, el SEO se convierte en una fuente clave de insights de intención real, aportando valor más allá del canal en sí.
Desde el lado técnico y operativo, el desafío es mantenerse actualizado frente a un algoritmo que cambia constantemente. El foco ya no está solo en keywords, enlaces o metadata: Google prioriza señales de calidad, experiencia de usuario, autoridad temática, EEAT (Experience, Expertise, Authoritativeness, Trustworthiness) y performance en dispositivos móviles.
Además, cada vez más, el especialista SEO debe pensar desde el negocio. ¿Qué productos generan mayor margen? ¿Qué tipos de tráfico convierten mejor? ¿Qué optimizaciones técnicas tienen mayor impacto comercial? El SEO ya no es solo un trabajo de posicionamiento, sino una disciplina que conecta tecnología, contenido y objetivos estratégicos.
El SEOday 2025 será una oportunidad para profundizar en estos cambios, conocer casos reales, intercambiar con referentes del ecosistema, y proyectar cómo el Search seguirá evolucionando como motor de adquisición y crecimiento digital.
La irrupción de la inteligencia artificial generativa está marcando un antes y un después en cómo se produce, interpreta y consume contenido en buscadores. Modelos como Gemini, ChatGPT o Claude están modificando las expectativas de los usuarios, pero también están forzando a los motores de búsqueda a evolucionar sus interfaces (como Google SGE) y a redefinir qué se considera una buena respuesta.
Para los equipos de SEO, esto significa adaptarse a entornos donde los resultados ya no se limitan a los 10 links azules, y donde la competencia por atención ocurre cada vez más dentro de respuestas enriquecidas, IA integrada en la búsqueda o snippets de contenido que resuelven sin clics.
El desafío: crear contenido verdaderamente útil, con enfoque experto, estructurado, actualizado y adaptable a diferentes formas de presentación. Y al mismo tiempo, aprovechar la IA como aliada: para identificar nuevas oportunidades, automatizar tareas operativas y potenciar la estrategia con insights más profundos.
La edición 2025 del SEOday también se propone abrir esta conversación: ¿cómo impacta la IA en la estrategia de Search de las marcas? ¿Qué cambia en el rol del SEO? ¿Y cómo se equilibra eficiencia con relevancia? Preguntas urgentes para un momento de transformación.